Murmullos de Imágenes y Palabras
ArTista VisuAL
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Pinturas
Del presentido Estado de las Cosas I Oleo s/tela-150x140cm
Del presentido Estado de las Cosas III Oleo s/arpillera 150x130cm
Desnudo a la plancha Oleo s/ plancha metálica 20 x 12cm
La Ultima concentración Oleo s/tela 70x35cm
Lo que no es Azul Oleo s/tela 180x160cm
Movimiento continuo tec.mixta s/cartón 35x45cm
Noches de Blues Oleos s/tela 150x 150cm
Oscuridad Blanca I Oleo s/tela 170x115
Estudio I Acrílico s/cartón 45x8cm
Paisaje de Soledad tec.mixta s/tela 130x130cm
Autorretrato tec.mixta s/tela 45x35cm
El y Ella se asoman aburridos al Balcón tec.mixta-Oleo
sobre tapa de caja metálica 12x10cm
Flotar Oleo s/ tela 180x160cm
Desnudo sobre tapa de caja metálica 12x10cm
Tramas -Metamorfosis
La Metamorfosis
Entonces soy los pinos
soy la arena caliente
soy una brisa suave
un pájaro liviano delirando en el aire
o soy la mar golpeando de noche
soy la noche.
Entonces no soy nada.
I.Vilariño
Tramas-Metamorfosis
-el relato del relato- sin principio ni fin,
que
brota, crece, se despliega.
El
relato, se completa con nuestra mirada, con la presencia del Otro.
Pero
este Murmullo es desde siempre y será sin fin.
-Nos atraviesa--nos demora- indiferente a
nosotros, en ese silencio misterioso del
ser.
Violentados a mirarnos a nosotros mismos,
observamos la armonía en las diversas formas ...texturas... en constante transformación
siempre.
Observamos… mientras nos perdemos en infinitos reflejos.
M.Gabriela Pellegrini
Collages
Discreto Incanto d´Essere
Es Infinita esta riqueza abandonada
Flor del cardón
Noches blancas
El resto de las cosas
Luna creciente en NY
Otros verán el mar
Paisaje del Norte
Necesidad de sosiego
Incomoda, Palestina
El ciclo de las Edades o el sueño olvidado de Manvantara
Argentinísima,siempre
Hace muchos años, para una exposición de pinturas cité parte de un poema
que había escrito:
“Creo en este estado obsceno de las cosas /golpe de hacha seco
esparciendo conciencia/
/este frío helado lamiendo las mejillas/
/la hemorragia desilusionada de las palabras que persisten
-en definir todo -en disfrazar los espacios incompletos/
/las
palabras que luego se esconden de la luz
-temen- la realidad que inventaron/…”,
nuevamente estas palabras volvieron, quizás porque algo en el mirar de uno mismo siempre
se repite, o nunca escapa … al umbral de sensibilidad que le toco, o la parte
que le toco para comprender y sentir la realidad que lo atraviesa, su tiempo presente.
La materia es un medio para dar forma
a un pensamiento, sentimiento, pero es una necesidad transformar la materia en
un discurso si queremos expresarnos, y esto implica que la misma dialogue,
entre en conflicto. Hay signos, detalles
que remiten a la historia de uno, a sus vivencias o a la observación de las
mismas. En mis trabajos, todo esta
sometido a la intemperancia del tiempo -vivir-
y pero también, a la arrogancia, al abuso del poder del ser humano, para
con otro ser humano. Entonces también riqueza y pérdida y olvido y deseo y muerte
y vacío y pasión y vida.
Esto intento compartir a través de estos Collage, porque me duele … porque
nombrar todo esto a mi manera, me expande.
M.
GabrielaPellegrini
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Murmullos del Ser
Texto del Ensayo fotográfico Murmullos del Ser
Durante mucho tiempo estuve buscando, investigando, como representar esta idea:
ante el extrañamiento provocado por la angustia, el ser des-espera, o se- recoge,
se-encierra, se- fragmenta. Construye un muro invisible, inasible, de miedos-soledad-dolor. Un límite que falsea sosiego y seguridad. Pero ese muro es dolor y el dolor necesita espacio. Necesita ser su dolor, necesita desplegar-se.
Comencé el trabajo sumergiéndome en “el afuera”, espejo que llevó a involucrarme, como “un otro”, visto por mí misma.
Dos colores a mí entender generan, reflejan, estas sensaciones y a la vez nos suspenden en el espacio y en el tiempo, como si los cuerpos flotaran:
Amarillos,
amarillos saturados del dolor ácido, de silencios pétreos, de piel y sudor de espera eterna, de mirar, de ser eternos testigos de algo que ya no vale la pena atestiguar por su impureza.
Verdes,
verdes que anhelan fugarse de esa cárcel, que ansían sosiego, que envuelven los cuerpos de ensueño para suspenderlos, para que floten y descansen, como una suave música. Pero también verdes de resignación y olvido, verdes de pérdida y de desarraigo, de podredumbre, cuando no se vislumbra el sentido, verdes de palabras oxidadas.
Durante mucho tiempo estuve buscando, investigando, como representar esta idea:
ante el extrañamiento provocado por la angustia, el ser des-espera, o se- recoge,
se-encierra, se- fragmenta. Construye un muro invisible, inasible, de miedos-soledad-dolor. Un límite que falsea sosiego y seguridad. Pero ese muro es dolor y el dolor necesita espacio. Necesita ser su dolor, necesita desplegar-se.
Comencé el trabajo sumergiéndome en “el afuera”, espejo que llevó a involucrarme, como “un otro”, visto por mí misma.
Dos colores a mí entender generan, reflejan, estas sensaciones y a la vez nos suspenden en el espacio y en el tiempo, como si los cuerpos flotaran:
Amarillos,
amarillos saturados del dolor ácido, de silencios pétreos, de piel y sudor de espera eterna, de mirar, de ser eternos testigos de algo que ya no vale la pena atestiguar por su impureza.
Verdes,
verdes que anhelan fugarse de esa cárcel, que ansían sosiego, que envuelven los cuerpos de ensueño para suspenderlos, para que floten y descansen, como una suave música. Pero también verdes de resignación y olvido, verdes de pérdida y de desarraigo, de podredumbre, cuando no se vislumbra el sentido, verdes de palabras oxidadas.